Azul

Introducidos por los moros, los azulejos (originalmente azulejos de cerámica blancos y azules) fueron totalmente adoptados por los portugueses cuando su rey Manuel I, en una visita al palacio de la Alhambra en el sur de España, quedó cautivado por la impresionante belleza de los azulejos decorativos moriscos. El rey, impresionado, ordenó inmediatamente que su propio palacio en Portugal fuera decorado con azulejos de pared similares. Como artista de colocación de azulejos, has sido desafiado a embellecer las paredes del Palacio Real de Évora.

En el juego Azul, los jugadores se turnan para seleccionar los azulejos de colores de los proveedores y colocarlos en sus tableros de juego. Más tarde en la ronda, los jugadores obtienen puntos en función de cómo han colocado sus azulejos para decorar el palacio. Se obtienen puntos adicionales por patrones específicos y por completar conjuntos; los suministros desperdiciados perjudican la puntuación del jugador. El jugador con más puntos al final del juego gana.